Regularmente se produce intoxicación por el efecto asfixiante de estos gases de forma inmediata cuando se trata de altas concentraciones produciendo efectos
narcotizantes. Los órganos más dependientes de oxígeno como el cerebro y el corazón, son los que se afectan más rápidamente. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, zumbido en los oídos, vértigo, somnolencia, pérdida del conocimiento, náusea, vómito, falta de oxígeno en los pulmones y se ha producido fallo multiorgánico tras la inhalación masiva. Se han registrado casos infrecuentes de rabdomiolisis, es decir, destrucción de los músculos.
Debes tener en cuenta que estos gases son odorizados con mercaptanos que dan el olor nauseabundo característico de estos con el propósito de advertir fugas y evitar la exposición excesiva a los mismos. Si se sospecha de intoxicación se debe acudir de inmediato a urgencias.