Amamantar sí contribuye a la pérdida de peso, pero esto siempre va a depender de qué tanto peso se ganó durante el embarazo, y a los hábitos de vida de la materna. Es decir, si se ganó peso en exceso durante el embarazo (más de lo normal, lo normal es solo subir unos 5-8 kilos como máximo durante los nueve meses de embarazo), y si la paciente no tiene una vida activa sino una vida sedentaria, sin hacer actividad física, y con una dieta poco balanceada rica en grasas saturadas y fritos, no se va a dar una baja de peso así se esté dando pecho.