Lo recomendable es que se realice inicialmente un control citológico, el cual se podrá complementar con una colposcopia en caso de detectar la presencia de cambios sugestivos de virus del papiloma humano (VPH).
Las infecciones recurrentes son poco probablemente relacionadas con el antecedente de VPH, en este caso debe acudir a control médico y/o ginecológico para determinar el tipo de infección y tratamiento más apropiado, así como reforzar hábitos higiénicos, uso de ropa de algodón, evitar protectores diarios, entre otros.
Una vez finalizada su menstruación puede acudir a la realización de la citología o papanicolau. Las características del cuello uterino podrán ser valoradas durante dicha revisión y en caso de observarse una lesión será remitida a manejo médico. Igualmente, puede ser inicialmente valorada mediante una especuloscopia en el consultorio.