Las pruebas en sangre logran detectar el embarazo entre 13 y 28 días después de la fecha en que se tuvo la última relación sexual. Estas pruebas detectan el embarazo más rápido que las pruebas en orina. Algunas pruebas en orina pueden detectar el embarazo hasta 4 días antes de la fecha en la que debería llegar el siguiente período, otras pueden hacer la detección el día en que debería venir la menstruación y otras tardan más tiempo.
Por este motivo la recomendación en cuanto a las pruebas de orina es revisar las recomendaciones de la caja que se va a comprar y seguir las instrucciones al pie de la letra.