Puede que estas emociones sean una reacción a alguna situación que actualmente está presentándose en su vida, por ejemplo, alguna situación desagradable en el hogar o en la escuela. Si ha tenido discusiones recientes con sus padres o con compañeros o profesores, esto podría estar desencadenando la sensación de ira y la irritabilidad.
Puede emplear técnicas de relajación para intentar disminuir la irritabilidad. Podría escuchar música agradable y suave cuando sienta que la ira va en aumento, puede hacer ejercicio o manualidades, puede tomarse unos minutos para meditar (ir a un lugar apartado, cerrar los ojos, concentrarse y contar su respiración e intentar relajarse) o si tiene identificada la situación que le está generando la ira, entonces puede intentar solucionarla hablando con sus padres o las personas implicadas.
Cuando sienta que se encuentra enojada e irritada, lo mejor es apartarse por unos momentos de las demás personas hasta que consiga calmar sus ánimos para evitar malentendidos o herir susceptibilidades. Lo mejor es continuar la conversación o la interacción cuando se ha logrado retomar la calma.