Esto sería secundario a una malformación congénita, es decir que durante el proceso de formación de los órganos, este se vio afectado y se presenta entonces desde el nacimiento. Por ejemplo, por razones desconocidas, el flujo sanguíneo no fue el adecuado hacia este órgano, haciendo que no se desarrollara de manera eficiente; otra explicación podría ser que el proceso de desarrollo de las células fue deficiente en cuanto a su marcación y función posterior, por lo cual no hicieron su labor de formar el hígado de manera adecuada.