Se debe evaluar el tipo de molestia específica que refiere y el tipo de actividad realizada. El dolor torácico con la actividad física puede relacionarse con desacondicionamiento, asma, arritmias, espasmos musculares.
Si presenta dolor intenso o persistente, dificultad respiratoria o ahogo es recomendable que detenga la actividad física; si este es el caso se recomienda una evaluación médica previo a retomar la actividad.
Si en cualquier momento presenta dolor persistente, pérdida de la conciencia, siente que le falta el aire, respira con rapidez, mareos marcados; acuda por urgencias.