La mejor forma de hacer esto es haciendo actividad física moderada regularmente, que involucre un ejercicio aeróbico como correr, saltar lazo, subir escaleras trotar, etc. Cualquier ejercicio que aumente la frecuencia cardíaca es el ideal, por al menos 30 minutos 3 veces por semana. Adicionalmente, reduzca el consumo de carbohidratados al mínimo nivel posible, porque el azúcar en el cuerpo se convierte a depósitos de grasa.