Es posible que te estés sobrepasando con las tareas o te estreses de sobremanera. Al igual puede que sea deshidratación o que no estás respirando bien durante el periodo de tiempo en el que estás hablando y esto hace que haya una inadecuada llegada de oxígeno al cerebro y genere la sintomatología. De cualquier forma no es usual que este tipo de cosas pasen y por tanto lo ideal es que te valore un médico y determine si el dolor de los ojos y cabeza son realmente consecuencia de que hablas mucho o de otros factores a los que te expones sin darte cuenta.