Puede ser normal que después de llorar quedes con sensación de debilidad por la liberación de sustancias del estres y porque no hay liberación de la hormona de la felicidad llamadas las endorfinas. Además también depende de la intensidad del llanto y si se acompaña de episodios de ansiedad, nerviosismo entre otras. Si sientes que lloras muy seguido te recomiendo consultar a un psicólogo para desahogar y recibir consejo profesional acerca de tus sintomas.