El riesgo es extremadamente bajo, casi nulo, dado que el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), es muy frágil ante las condiciones del medio externo y se inactiva al tener contacto con el mismo, por ejemplo al quedar en restos de sangre en una navaja, sin embargo hay que tener presente que otros virus como el de la hepatitis B, sin son resistentes y pueden sobrevivir en estos medios, infectando a las personas que tengan contacto con las mismas.