La varicela es una enfermedad viral de tipo infeccioso. Como la mayoría de las infecciones virales, su manejo es sintomático, para aliviar el prurito (rasquiña) dolor o fiebre, y cuidar de las lesiones cutáneas para que no queden cicatrices, así como reposo en casa para mayor mejoría y no contagiar a otras personas. La varicela es una patología contagiosa, generalmente autolimitada (leve, que no se complica). Sin embargo, a veces pueden haber complicaciones raras, como por ejemplo afectación pulmonar o del sistema nervioso. Por todo lo anterior debes seguir un adecuado control médico, para un tratamiento apropiado y vigilar que no se presenten las complicaciones descritas.