La primera línea en el manejo de la dislipidemia ( colesterol o triglicéridos altos) es mejorar tus hábitos alimenticios. Esto quiere decir que procures evitar fritos y comidas de paquete, así como jugos y gaseosas que son de carácter artificial. Incrementar tu consumo de fruta y verduras. A la hora el almuerzo sólo consumir una harina, el resto debe de componerse de la ensalada y la proteína (carne, pollo o pescado). También realizar al menos unos 30 minutos de ejercicio al día. Debe realizarse un nuevo control en al menos unos dos a tres meses para determinar si con los cambios de estilo de vida ha sido suficiente o si se requiere del inicio de un medicamento.