Durante el curso de un proceso infeccioso a nivel gastrointestinal ocurre una pérdida del balance osmótico (el control de líquidos), por lo cual el consumo de alimentos dulces como un chocolate favorece el arrastre de agua y por ende los episodios de diarrea.
Es recomendable que asista a control médico para determinar la necesidad de terapias adicionales. Mantenga una adecuada hidratación con suero oral y puede emplear probióticos de venta libre. Evite la automedicación.