Puede que tengas algo de problemas de circulación. Lo que ocurre es que a veces con el ejercicio excesivo o cuando no hay suficiente estiramiento los músculos pueden inflamarse un poco y hay vasodilatación general para que la sangre llegue a los diferentes puntos del cuerpo. Al haber una inflamación de los músculos, estos pueden comprimir los nervios que van a tus manos y generar que sientas ese adormecimiento. Tan pronto disminuyes el ejercicio estos retornan a la normalidad y en compañía de una circulación adecuada, todo vuelve a la normalidad. Las manos se inflaman como efecto de la vasodilatación que hace que llegue más sangre a tus manos y salga a los tejidos para suplir las necesidades, esto también como efecto del aumento del calor corporal, pero debe disminuir en tanto finalizas el ejercicio y descansas un rato.