Cuando comenzamos a movernos y los músculos se contraen para lograrlo, estos requieren mayor flujo sanguíneo. Asimismo el corazón late más rápido y esto favorece la dilatación de arterias y capilares para irrigar en mayor cantidad a los músculos de las piernas que así lo requieren.
Esta dilatación vascular es lo que causa la picazón que podemos sentir al correr. La manera de evitarlo es con la constancia del ejercicio.