No se cuenta con evidencia actualmente que confirme que el uso de la Progesterona sintética cause cáncer, ya que es una hormona sexual femenina que se produce diariamente por los ovarios durante el ciclo menstrual y por la placenta en el embarazo. También otros órganos son capaces de generar progesterona, como el cerebro, el hígado y las glándulas suprarrenales pero en menor cantidad. La toma de la misma durante el embarazo tiene como principal función permitir que se lleve a cabo un embarazo de la forma más segura posible, ofreciéndole al feto todas las condiciones necesarias dentro de la madre para crecer y desarrollarse completamente durante los 9 meses.