Estas lesiones en la piel tienen múltiples origenes, puede tratarse de picaduras por un insecto, alteraciones vasculares por trauma con el calzado o actividad física intensa o cambios en la coagulación. Si aumentan de tamaño o aparecen en otra localización, se asocian a sangrado nasal o de encías o hematomas espontáneos acuda a valoración presencial de inmediato, evite la automedicación