Los medicamentos que mejoran la inflamación de las amígdalas o la faringe son variados y de venta libre en el mercado, como los anestésicos locales que se venden en spray, y el hidróxido de aluminio si se tienen adicionalmente aftas en la boca. También ayuda el consumo de líquidos fríos como paletas y/o helados. Para los síntomas de la gripa son recomendables los antihistamínicos. Sin embargo, es importante que si los síntomas persisten o se acompañan de dificultad para respirar acudas a un médico general para ampliar el diagnóstico y el mejor tratamiento.