La recomendación general es esperar al menos entre 6-8 semanas para iniciar el consumo moderado de alcohol tras cualquier tipo de cirugía, sin embargo, debes seguir las indicaciones dadas por tu médico. El alcohol puede afectar la cicatrización así como puede ser irritativo y aumentar las diarreas en el postoperatorio. Debe ser introducido de manera progresiva y a través de bebidas suaves para luego ir progresando con el tiempo según tolerancia.