La respiración por la boca es un proceso normal de compensación ante situaciones que implican un gran esfuerzo, por lo que hay más gasto de oxígeno, como el cansancio.
El cuerpo cambia de forma automática hacia una respiración bucal y nasal de acuerdo a las necesidad.
Es cierto que la nariz tiene vellos y mucosidad que cumple la función de filtro, pero ante situaciones como el cansancio no es adecuad que evite la respiración bucal, pues puede haber disminución en el aporte de oxígeno.