Un buen entrenamiento dirigido por un médico deportólogo, buena nutrición y vida sana. Además convencerse que el cuerpo es reflejo del alma, así que si persigue un excelente cuerpo o músculos, también es importante que se adentre en las profundidades de su corazón y lo fortalezca, lo ame, lo cuide y eso se reflejará más que cualquier otra cosa.