La infiltración grasa o esteatosis hepática esta dada por una acumulación de triglicéridos en las células hepáticas (hepatocitos) y en menor medida de ácidos grasos. Debido a su prevalencia de 2-8 por ciento de la población se ha llegado a considerar como la nueva pandemia del milenio. Es generalmente asintomática o con síntomas y signos inespecíficos como fatiga, aumento del tamaño del hígado y dolor, o sensación de peso en el hígado. Su presencia se asocia con aumento de transaminasa glutámico-oxaloacética o glutamico-pirúvica. Su prevalencia aumenta con la edad, obesidad y está asociada con diagnóstico de síndrome metabólico y aumento de la mortalidad cardiovascular y por enfermedades malignas. La biopsia hepática es la única que puede determinar un diagnóstico certero, de resto se considera una sospecha.