Si puede ser resolutivo, si el trasplante es la última opción de tratamiento para la patología que se estaba tratando previamente, el cambio más importante es la resolución de los síntomas que generaba la patología previa, por ejemplo en falla cardíaca, la persona no siente más fatiga con el ejercicio leve, ni tiene hinchazón de las piernas o dificultad para respirar, pero debe permanecer de por vida por medicamentos inmunosupresores