El asma en muchos de los niños afectados en edades tempranas puede desaparecer o disminuir su sintomatología durante la adolescencia y la vida adulta temprana. Sin embargo siempre será necesario evitar los factores de riesgo que la desencadenan (frío, polvo, polen, peluches) y tener una adecuada adherencia a los tratamientos instaurados.