El bronceado consiste en el aumento de la coloración cutánea como respuesta de los melanocitos ante el estímulo solar. El bronceado incrementa el riesgo de quemaduras, fotoenvejecimiento y riesgo de cáncer de piel. Se recomienda emplear filtros adecuados y realizar una exposición breve de 45 minutos aproximadamente.
No se recomienda la exposición prolongada al sol mientras se emplean derivados retinoicos como el roacután.