Si puedes hacerlo hasta donde tu cuerpo lo permita. Es decir es más probable que al poco tiempo te canses y te duela más las espalda. El bebé no sufrirá ningún tipo de consecuencia por el tipo de zapatos que lleves. Ahora, recuerda que tu cuerpo es diferente y es más difícil controlar los movimientos y mantener el equilibrio. Te puedes poner tacones siempre que quieras pero manéjalos con cuidado y quítatelos cuando estés cansada, no fuerces tu cuerpo a mantenerte en ellos.