Se ha propuesto a éste tipo de calzado como posible agente causal o colaborador en la generación de hernias discales, sin embargo esto no se ha esclarecido del todo. Lo que es un hecho es que al usar tacones, la persona debe realizar posturas compensatorias anormales que involucran la zona lumbar, provocando dolor y discomfort, más aún con un uso repetitivo. Esto puede ser aún más problemático en una persona con antecedente de hernia discal lumbar, así que si puede evitarse, es mejor no usar éste calzado.