Prácticamente ninguna. Es un procedimiento de oftalmología y cirugía plástica ambulatorio con muy buenos resultados y poco tiempo quirúrgico requerido para su realización, por lo que las complicaciones son escasas. Una ventaja es que no se usa anestesia general. Lo importante es que quien realice la cirugía tenga experiencia profesional y sea un cirujano plástico u oftalmólogo certificado.