Por lo general el manejo que se le da a las secuelas de un ACV es con terapia física, dependiendo del compromiso y la extensión de la lesión ya que en esta misma medida se da la recuperación. Dicha recuperación también depende de la prontitud con la que se inicien las terapias, obviamente acompañadas de manejo con medicamentos que buscan evitar que se repita el accidente cerebrovascular.