La ecografía en las etapas tempranas es la más confiable para poder obtener una edad gestacional de manera más confiable, sobre todo en mujeres que no recuerdan bien la fecha de última menstruación, estaban planificando o tenían irregular el período menstrual.
Además es capaz de detectar algunas alteraciones anatómicas relacionadas con enfermedades genéticas que se deben corroborar después, en la medida que avance el embarazo. Debe estar de manera juiciosa en los controles prenatales.