Normalmente el conjunto de vitamina E o C, junto con el complejo B, ayuda a mejorar la absorción de nutrientes a nivel intestinal haciendo que la persona suba de peso. Por otro lado el estrés puede generar desórdenes alimenticios, en los que se enmascaran la ansiedad y las preocupaciones con una ingesta elevada de alimentos. Una forma fácil y efectiva de mejorar estas 2 condiciones es realizar ejercicios aeróbicos, trotar, nadar o saltar lazo ya que estos además de quemar calorías liberan a nivel cerebral una sustancia denominada endorfinas que ayuda a mejorar el estrés, los patrones de sueño, la concentración y la efectividad en sus actividades diarias.