La prueba del polígrafo se fundamenta en la medición de variables fisiológicas como la frecuencia cardíaca, respiratoria, presión arterial, entre otras. Está fundamentada en la respuesta bioquímica del organismo ante una mentira. Su uso es predominante en Estados Unidos y a pesar de su amplia difusión su efectividad es debatida y parece carecer de evidencia suficiente, relacionándose con las estrategias de aplicación de la prueba y capacidad de interpretación de la misma por el personal calificado.