En general el uso de la marihuana no se recomienda. Para determinar si una persona es adicta, se usan varios criterios:
(1) Necesidad de uso de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para conseguir el efecto deseado.
(2) Consumo de la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
(3) La sustancia se consume en cantidades mayores o durante un período más prolongado de lo que originalmente se pretendía.
(4) Existe un deseo persistente o se realizan esfuerzos infructuosos por controlar o interrumpir el consumo de la sustancia.
(5) Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia (visitar varios sitios de expendio o desplazarse largas distancias), en el consumo de la misma (fumar un cigarrillo tras otro) o en la recuperación de sus efectos.
(6) Reducción o abandono de actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia.
(7) Se continúa consumiendo la sustancia a pesar de tener conciencia de los problemas psicológicos o físicos que son causados por su uso.
Se debe buscar un apoyo en el círculo social que incluya familiares, amigos y personal de salud.