Los ganglios linfáticos son reactivos a procesos infecciosos o inflamatorios locales: La frecuencia con que estos se inflamen determinará la presencia de la adenopatía.
Si en cualquier momento los ganglios continúan creciendo, no disminuyen de tamaño, se ponen duros o no pueden moverse o se acompañan de otra sintomatología como fiebre persistente o pérdida de peso... asista a valoración médica prioritaria.