El reposo después de las comidas principales está recomendado para favorecer una adecuada digestión, lo que no se recomienda es acostarse o ponerse en posición vertical luego de ingerir alimentos dado que esto puede favorecer la aparición de padecimientos como el reflujo gastroesofágico (que el contenido gástrico se devuelva al esófago y boca). No está comprobado que esa práctica favorezca la ganancia de peso.