Si, el hecho de ser anciano no contraindica el uso de laxantes, siempre que estén indicados para una enfermedad específica de podrían utilizar sin problemas, teniendo siempre en cuenta las interacciones que se pueda dar con otros medicamentos y con sus enfermedades. La decisión de iniciar los laxantes debería ser bajo criterio médico, por tal motivo le recomiendo que consulte al médico para decidir si es conveniente y seguro empezar a consumirlos.