En los niños no son recomendables los laxantes y si se dan, deben ser formulados únicamente por el médico, preferiblemente el pediatra. Insistir en alimentos ricos en fibra como frutas como el banano, la papaya, la ciruela, el mango, tanto en jugos como compotas y sólidos, darle de beber agua y si está aún tomando leche materna, aumentar la ingesta de la misma sin que esto afecte sus otras comidas.