El café es un estimulante del sistema nervioso central por su contenido de cafeína y esta puede tener efecto de dependencia moderada en algunas personas, pero no se ha documentado casos de adicción.
El consumo de 1 o 2 tazas de café es el promedio de consumo en muchas personas y por lo general no causa dicha dependencia, sino que se vuelve sólo un hábito que la persona hace de forma diaria pero que en cualquier momento puede abandonar sin sentir ansiedad alguna.