Lo importante aquí es que ella también lo quiera y lo disfrute. Si no es así debe reconsiderarlo. Ahora, para no ocasionar daño, que sería desgarro con el consecuente sangrado y dolor, lo importante sería una buena lubricación. Para ello de manera comercial venden lubricantes para este fin y que haya una buena comunicación y ella de manera franca le vaya informando si duele o lastima para ir corrigiendo postura o lubricación.