La recomendación general es tener una alimentación baja en sal, menos de 5 gramos al día, evitar el consumo de carnes procesadas (hamburguesas, mortadelas, chorizos, jamón) pues tiene un alto contenido de sodio, consumir mínimo 5 a 6 porciones de frutas y verduras al día. Además tener una actividad física regular, de mínimo 150 minutos a la semana. Esto ha demostrado un efecto muy benéfico sobre la presión arterial.