La Azitromicina es un antibiótico de amplio espectro que al matar las bacterias intestinales genera un desorden en la absorción intestinal y -por consiguiente- diarrea. Este síntoma adverso generalmente es autoresolutivo y no requiere manejo especial, fuera de una adecuada hidratación.
En caso de persistir por más de 1 semana, recomiendo consultar al médico tratante para estudios complementarios. Signos de alarma: diarrea con sangre, fiebre y dolor abdominal intenso.