Según los datos que aportas puede tratarse de un caso donde el tamaño y la consistencia de las heces provoca el sangrado. Esto puede mejorar incrementando la cantidad de fibra en la dieta (frutas, verduras con cáscaras y semillas, cereales y granos), y la cantidad de agua o líquidos ingeridos, para que las heces tengan una consistencia más blanda y uniforme.