Dentro de los efectos adversos de la medicación laxante puede encontrarse la aparición de síntomas gastrointestinales como náuseas y vómitos. Los laxantes estimulan la actividad intestinal por lo que es esperable un aumento del peristaltismo percibido como movimientos del estómago.
No es recomendable que administre medicación sin supervisión médica más en estado de embarazo, por los potenciales riesgos para usted y el bebé. Si los síntomas empeoran consulte por urgencias.