Esa sintomatología puede ser de origen diverso: puede cursar con una dispepsia o indigestión, la cual puede ser inicialmente manejada con medicamentos de venta libre para facilitar la digestión.
Igualmente puede ser parte de una enfermedad ácido-péptica cuyo manejo incluirá antiácidos e inhibidores de la bomba de protones, junto a modificaciones dietarias. Si los síntomas persistan asista a valoración médica para complementar la historia y revisión.