Cuando una persona tiene anemia pueden suceder varias cosas: (1) Que no tenga en su circulación una cantidad adecuada de glóbulos rojos y (2) que dichos glóbulos rojos adicionalmente no tengan hemoglobina en cantidad y calidad suficiente para funcionar de forma adecuada. Eso se puede reflejar en la persona con síntomas de palidez de piel y mucosas, debilidad, insomnio, falta de concentración, sueño permanente, dolores de cabeza, dificultad respiratoria, entre otros síntomas.
El tratamiento se hace teniendo en cuenta la causa de la anemia (puede haber varios causales como hemorragias profusas, deficiencia de hierro, deficiencia de folatos, falciformia de glóbulos rojos, talasemias, entre otras).