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Depende mucho del tamaño del vidrio que has ingerido. Si este es de un tamaño pequeño, es poco probable que traiga alguna situación de alarma, ya que pasa sin causar lesiones en el tubo digestivo y será eliminado por las heces sin problema.
Sin embargo, si este vidrio que mencionas es demasiado grande, o se comienzan a presentar síntomas como dolor abdominal, sangrado, vómito, pérdida de la fuerza o de la conciencia, lo mejor es que se acerque al servicio de urgencias, para poder identificar el lugar de la lesión y con ello dar el tratamiento oportuno.
Por último, pero no menos importante, es necesario hacer hincapié en que la ingesta de vidrio no es una práctica saludable recomendada, por lo que conviene evitarla por completo.
Quedamos atentos.