El riesgo con el consumo de un vidrio es que genere lesión en estómago o los intestinos mientras es desplazado con el resto del bolo fecal, pues el cuerpo no es capaz de degradarlo. Lo que pasa en la gran mayoría de los casos es que es expulsado por la materia fecal sin generar dolor ni problemas.
Lo importante es que si usted presenta un dolor abdominal intenso o heces negras o vómito con sangre, consulte con su médico de inmediato. Recuerde que en la gran mayoría de casos no pasará nada y será expulsado sin que usted se dé cuenta.