El reflujo gastroesofágico se produce en gran medida por la incompetencia del esfínter esofágico inferior, que es el que se encarga de que el contenido del estómago se quede allí y no pase al esófago.
Para controlar esto se deben evitar alimentos ácidos, picantes, dormir con la cabecera elevada y adicionalmente evitar fritos y grasas.
Si con estas medidas no ceden los síntomas, entonces los medicamentos indicados pertenecen a un grupo llamado inhibidores de bomba de protones.