En casos severos, los síntomas colinérgicos-anérgicos pueden generar edema de los tejidos blandos en las vías respiratorias generando dificultad respiratoria. Lo más importante es evitar los desencadenantes (calor, estrés) y tomar los medicamentos, generalmente antihistamínicos. Se debe permanecer en control periódico con el médico por la severidad.